Convertirse en especialista es uno de los sueños más grandes para muchos médicos generales. Pero el proceso no siempre es rápido ni sencillo. Algunos necesitan varios intentos, y con cada examen fallido llegan la frustración, la duda y hasta el deseo de renunciar. Si estás en ese punto, quiero decirte algo: sentirte agotado no significa que debas rendirte. Significa que necesitas replantear tu estrategia, cuidar tu bienestar y recordar por qué empezaste. Aquí te compartimos pasos prácticos y realistas para cuando estés pensando en dejar todo atrás.
No ignores lo que sientes. Aceptar la frustración es el primer paso para transformarla, para gestionar tus emociones, puedes:
Si después de varios intentos no has logrado el resultado que esperas, o no sienes que has mejorado, es porque algo debe cambiar. Pregúntate:
A veces, pequeños ajustes en la estrategia hacen una gran diferencia.
Muchos médicos atraviesan lo mismo que tú, compartir experiencias con otros aspirantes te recuerda que no estás solo.
No puedes rendir al 100% si tu mente y tu cuerpo están agotados.
No pongas tu vida en pausa. Usa este tiempo para fortalecer tu carrera:
Recuerda por qué quieres ser especialista, o ve incluso más atrás, ¿qué fue lo que te motivó a estudiar medicina?
Sentir que quieres rendirte es humano, lo importante es no quedarte allí; haz una pausa, ajusta tu estrategia, cuida tu salud mental y física, y recuerda que cada paso que das te acerca a tu meta. No olvides que fracasar no es dejar de intentarlo, fracasar es rendirse antes de lograrlo.