Fallar no es el fin del camino, es una señal de que estás en movimiento
Para muchos médicos generales, el sueño de convertirse en especialistas parece unamaratón larguísima en la que, cada vez que se aproximan a la meta, esta parecieramoverse varios kilómetros más allá; especialmente cuando llega un revés, como un examen no aprobado, una convocatoria que no resulta, un momento de agotamiento, entre otros. En ese momento, es fácil caer en el pensamiento de que el fracaso significa el fin del sueño. Pero, ¿y si el fracaso es solo una lección disfrazada?
Empecemos viendo algunos ejemplos de grandes historias que iniciaron llenas de fracasos:
Thomas Edison y la bombilla eléctrica: Edison falló más de 1,000 veces antes de inventar la bombilla. Cuando le preguntaron sobre sus fracasos, respondió: “No fallé. Encontré 1,000 formas que no funcionan.” Cada uno de esos intentos fallidos lo acercó a la luz, literalmente.
Michael Jordan y sus tiros fallados: Considerado uno de los mejores atletas de la historia, Jordan no siempre fue exitoso. Fue rechazado en su equipo baloncesto en la secundaria y dijo: “He fallado una y otra vez en mi vida, y es por eso que he tenido éxito.”
Un médico que lo logró varias o muchas veces después de haberlo intentado: Piensa en aquellos compañeros que conoces, quienes no pasaron a la especialidad en su primer intento, pero lo intentaron de nuevo con más preparación, determinación y ajustes en su enfoque y ahora son especialistas.
El fracaso como aprendizaje, no como destino
Fallar en un intento es una oportunidad de autoconocimiento. Tal vez no era el momento, o quizás había algo más por aprender. Reflexionar sobre el proceso te permite entender:
¿Qué funcionó bien?
¿Qué podría mejorar?
¿Cómo puedo ajustarlo para el siguiente intento?
¿Es fácil? Indudablemente, no. Pero vale la pena que luches por uno de tus sueños más grandes. Sabemos que hay ocasiones en las que los “no”, cuestan mucho más, nos hacen dudar de nuestras capacidades y objetivos, y no encontramos cómo levantarnos de la caída. Para esos momentos, puedes aplicar estrategias como estas:
Estrategias para levantarte después de un revés
Despersonaliza el fracaso: No definas tu valor como médico ni como persona por un resultado específico. Fallar es un evento, no una etiqueta.
Busca apoyo y mentoría: Hablar con alguien que ya haya pasado por la experiencia puede brindarte claridad y motivación. Ellos saben lo que estás sintiendo y pueden ayudarte a reestructurar tu plan.
Revisa tu plan y adáptalo: Un intento fallido no significa que no seas capaz, sino que el enfoque podría necesitar ajustes. Evalúa tu estrategia de estudio, tu tiempo de dedicación y tu método de preparación.
Confía en el proceso: Al igual que Edison y Jordan, cada paso que das te acerca más a tu meta. Confía en que tus esfuerzos, consistencia y disciplina darán fruto.
Convertirte en especialista no es solo una cuestión de conocimiento técnico; es un viaje que forja carácter, paciencia y resiliencia. Al final, tus fracasos serán las historias que contarás para inspirar a otros médicos en formación. Recuerda: fallar en un intento no significa que no lo lograrás. Significa que estás construyendo una historia digna de contar.