
Hay algo que es una absoluta verdad: no pasar el examen duele, y puede presentarse más frustración cuando no es la primera vez en la que no logras cumplir tu sueño de convertirte en R1. Si este 2025 no fue lo que esperabas, quiero decirte algo desde el inicio, tu frustración es válida. No estás exagerando, no eres débil y no significa que no seas capaz. Significa que te importa, que has invertido tiempo, energía, dinero y esperanza en un sueño que aún no se ha materializado.
Este artículo no es para decirte “ánimo, todo pasa” ni para romantizar el fracaso. Es para ayudarte a entender lo que estás sintiendo, reordenar tu mente y recuperar la motivación real y sostenible para volver a intentarlo en 2026, si así lo decides.
Después de no pasar el examen, muchos médicos entran en uno de estos estados:
El error más común es intentar saltarse esta etapa, forzarse a “estar bien” rápidamente o tomar decisiones desde el agotamiento. Porque la frustración es una señal, no un enemigo. Te está diciendo que necesitas pausar, revisar y ajustar, no rendirte a ciegas ni insistir sin estrategia. Por eso, permítete sentirla, pero no permitas que decida por ti. Ten en cuenta lo siguiente:
Este punto es clave y suele olvidarse:
Muchos excelentes especialistas no pasaron en su primer, segundo o incluso tercer intento. La diferencia no fue el talento innato, sino la capacidad de replantear su camino sin perderse a sí mismos. Fracasar en el examen no te convierte en un mal médico. Rendirte por agotamiento emocional, sin reflexión, sí puede alejarte de lo que deseas.
Antes de pensar en 2026, es fundamental mirar 2025 con honestidad, no con juicio. Pregúntate:
Esto no es para culparte, es para identificar qué sí funcionó y qué debe cambiar. Repetir el intento sin cambiar la estrategia suele traer más frustración. Cambiar la estrategia devuelve sensación de control.
Muchos médicos pierden la motivación porque asocian intentarlo de nuevo con revivir el dolor. Por eso, la clave no es “volver a emocionarte”, sino reconectar con un propósito más profundo y realista.
Pregúntate:
La motivación más fuerte no nace del resultado, sino de la coherencia entre lo que haces y lo que deseas ser.
Volver a intentarlo no significa repetir el mismo camino, significa hacerlo mejor acompañado, con más estrategia y menos desgaste.
Algunas recomendaciones prácticas:
No pasar el examen en 2025 no es el final de tu historia, es un capítulo difícil, sí, pero también puede ser el punto donde:
2026 puede ser tu año, no porque “ahora sí toque”, sino porque esta vez vas a llegar más preparado, más consciente y más fuerte. Y si hoy lo único que puedes hacer es descansar y recomponerte, eso también cuenta como avanzar. Recuerda que tienes todo lo necesario para cumplir tu sueño de convertirte en especialista.