
Hay un momento en la vida del médico que sueña con pasar a la especialidad médica, pero aún no lo ha logrado del que casi no se habla: cuando el sueño de la especialidad sigue vivo, pero el cansancio también. Después de dos, tres o más intentos fallidos, no solo la frustración aparece por el resultado del examen, sino también la duda, el desgaste emocional, la comparación constante y la sensación de estar “atrasado” frente a otros colegas. Si este es tu caso, este artículo es para ti.
Primero, queremos dejar claro que hablar de resiliencia no es hablar de aguantar sin sentir. Es hablar de cómo seguir adelante sin perderte a ti mismo en el proceso.
Uno de los errores más comunes en médicos que llevan varios intentos es creer que ser resiliente significa “volver a hacerlo igual, pero con más fuerza”. En realidad, la resiliencia implica:
El médico resiliente no es el que nunca duda, sino el que usa la duda como señal de ajuste, no como motivo de abandono.
Después de varios intentos, muchos médicos estudian con una carga invisible:
Este desgaste afecta directamente la concentración, la memoria y la toma de decisiones durante el examen. Por eso, no todo se soluciona estudiando más horas. Buscar apoyo psicológico, hablar con colegas que entienden el proceso o simplemente darte permiso de descansar, también es resiliencia.
Cada intento deja algo, aunque no siempre sea evidente:
Cuando reinterpretas tus intentos pasados, dejas de verlos como “años perdidos” y empiezas a verlos como entrenamiento para un mejor intento.
No todos los médicos llegan a la especialidad al mismo tiempo, ni por la misma ruta. Algunos necesitan más años, otros necesitan pausas, y otros necesitan cambiar completamente la forma en que se preparan. Compararte con quien pasó a la primera solo desgasta tu energía emocional. Recuerda que tu proceso no es más lento, es distinto. En 2026, la resiliencia puede significar:
Si decides seguir adelante el año que viene, la resiliencia se construye con acciones concretas:
La resiliencia no se demuestra el día del examen, se construye todos los días antes. Y si en algún momento dudas, no significa que debas renunciar porque dudar no es rendirse. Dudar es parte del camino de quien se está exigiendo crecer. Habrá días en los que te preguntes si vale la pena seguir. La resiliencia no consiste en silenciar esas preguntas, sino en responderlas con honestidad y decidir desde la calma, no desde el miedo.
Si llevas varios intentos, eso no habla de incapacidad. Habla de persistencia, de compromiso con tu vocación y de un sueño que aún tiene sentido para ti. El 2026 puede ser el año en el que cambias la forma de caminar hacia tu meta. Recuerda que tienes todo lo necesario para convertirte en el especialista que estás destinado a ser. Si sientes que necesitas ayuda personalizada, no dudes en postularte al programa Rmastery, en donde encontrarás acompañamiento y sacarás todo tu potencial para lograr convertirte en especialista.